Seguramente ya sea a partir del porno o por la experiencia de alguien más, en algún momento hemos visto o escuchado de alguna mujer que lanza un chorro en el momento en el que llega o pretende llegar al orgasmo, algo que comúnmente conocemos como Squirt.
¿Qué es un squirt?
Un squirt es una manifestación del orgasmo femenino, una expresión que se caracteriza por el lanzamiento con fuerza a través de la uretra de un chorro o una cantidad mediana de orina. Hay que hacer un alto aquí para diferenciarlo con la eyaculación femenina, la cual también es una manifestación del orgasmo y también se da a través del orificio uretral, pero en este caso, lo que se expulsa es el líquido eyaculatorio femenino.
Diferencia entre squirt y eyaculación femenina
Ambas manifestaciones tienen como responsable a las glándulas periuretrales o glándulas de Skene, todas las personas con órganos sexuales femeninos las poseen y se ubican alrededor de la uretra, producen el líquido eyaculatorio femenino o líquido prostático femenino. Estas glándulas son clave tanto en la eyaculación como en el squirt ya que en el momento en el que son estimuladas vía penetración y que esa penetración puntualmente estimula la zona G (la pared delantera de la vagina) que está ubicada justo detrás de la uretra van a irse estimulando y pueden pasar dos cosas: que expulsen su contenido, es decir el liquido prostático femenino y entonces se eyacule o bien se presione con tal fuerza la uretra que se termina estimulando también la vejiga y entonces el contenido de esta (la orina) salga expulsado mediante las contracciones del orgasmo.
En el momento en el que tenemos un orgasmo hay diferentes reacciones en nuestro cuerpo: los dedos se abren, la espalda se arquea, la piel se torna roja, pueden surgir lagrimas o risas, gemidos o gritos, las piernas tiemblan y a todos y todas nos pueden pasar distintas e innumerables situaciones.
Por esto hay que aclarar que el que una mujer experimente squirts de manera natural o incluso inducida porque conscientemente se auto estimula las glándulas de Skene, no es indicativo de un orgasmo mayor, o de mejor calidad. No podemos medir las intensidades, cada persona tiene maneras diferentes de sentir y expresar sus orgasmos y depende de un montón de factores: de cómo están mental y físicamente, cuál es la dinámica de esa relación sexual, qué tan en confianza se sienten, cómo se están entendiendo con esa persona; hay orgasmos que son mucho más intensos o profundos, o extensivos que se van hacía todas las zonas del cuerpo y no se puede calcular el por qué o a qué se debe porque es multifactorial.
Quitémonos a idea que si hay squirt o eyaculación femenina se está a otro nivel de las que logran tener un orgasmo solamente con la estimulación del clítoris, todos los orgasmos provienen del mismo sitio: la estructura clitorial y toda su comunicación con la cavidad vaginal.
La clave del squirt
¿Por qué algunas mujeres lo presentan de manera natural y otras tienen que buscarlo mecánicamente? He ahí la clave: todo se debe a la anatomía de cada mujer, de naturalmente cómo nacieron con esas glándulas, pueden ser desde muy arracimadas y abultadas o muy planas que apenas se pueden palpar y va a ser muy complejo que estas se amplíen lo suficiente para vaciar su contenido o para presionar el contenido de la vejiga.
No hay que obsesionarse con lograr “lanzar el chorro” y pensar que si no lo logras hay algo mal en ti y o en tu pareja, la sexualidad no se trata de hacer un show si no de disfrutarla y estar consciente de la experiencia real, del erotismo, del contacto, si es parte o no de tu respuesta orgásmica ¡está bien!
También están las mujeres que sienten mucha vergüenza cuando esto les pasa. Si esa es la forma en la que frecuentemente tus orgasmos se expresan ¡qué bien! explóralo y date cuenta que esto es parte de tu respuesta orgásmica, no tendrías por qué querer frenarla ni eliminarla, sino disfrutarla.