Cómo la pornografía me ayudó a superar la cuarentena

Relatos Eróticos de Cuarentena

Cuando el gobierno nacional anunció que todo el país entraría en cuarentena como método para prevenir el Covid-19, me quedé en shock, sin mucho que decir. Pensé en los casi 25 días que iba a estar en casa encerrado. ¿Qué iba a hacer? fue la primera pregunta que se me vino a la mente. Los medios de comunicación mostraban cómo pasaban la cuarentena un montón de países, el confinamiento era real y lo que estábamos viviendo también, sin embargo traté de no darle mucha importancia al asunto, buscaría algo en qué entretenerme. 

Al principio busqué libros, me he leído por lo menos tres que tenía archivados en la biblioteca vieja y llena de polvo. Netflix se volvió fundamental, vi películas, algunas series y uno que otro documental, pero admito que en 3 días que llevaba de encierro estaba por terminar en un hospital mental. ¡No lo podía soportar! 

Así  transcurrieron los días, día 4, día 5, día 6… siempre en la misma monotonía. Un día cociné, pero se me quemó, ahí entendí que eso de cocinar no era exactamente lo mío. 

Un día, como todos los días, encendí el computador. Una imagen de una mujer desnuda me llamó la atención. ¿Hace cuántos días que no me masturbo?, pensé y sin darle mucha mente al asunto me metí a una de las tantas paginas porno que existen. 

Al principio comencé con los típicos vídeos y clichés: una mujer blanca, rubia, con tetas grandes y voluptuosa. El man acuerpado, con tatuajes y verga de 23 centímetros que la penetra sin ninguna piedad. Mi pantalón se comenzó a agrandar y mi verga de 20 centímetros se comenzó a despertar. Me lo bajé, noté que mis bóxers estaban manchados con el líquido preseminal y me masturbé, y acabé. Boté tanta leche que mi pregunta sobre hacía cuantos días que no me pajeaba se respondió toda sola.

Ese mismo día volví a masturbarme, recuerdo que por día lo pude haber hecho unas 3 o 4 veces. ¿Me estaría volviendo adicto a la paja o solo era efecto de la cuarentena?

Al día siguiente, lo hice de nuevo, pero esta vez con algo más de diversión. Compré un huevo masturbador Hedy, es pequeño y su textura en material de silicona lo hace realmente increíble. Me estaba volviendo adicto a la paja, a ver vídeos de Bondage, Amateur y hasta violaciones, no me juzguen por favor, el encierro me tenía al borde del colapso.

Así pasaron los días, martubándome sin necesidad y excitación. Me masturbaba porque sí, porque necesitaba entretener mi mente con algo divertido y la paja se había convertido en un refugio para acabar con el aburrimiento. 

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