El BDSM engloba un conjunto de prácticas sexuales:
- Bondage o ataduras sexuales: el esclavismo puede consistir en amarrar, amordazar, colocar esposas, es decir inmovilizar por completo a una persona para que quede a merced del deseo y las órdenes del otro.
- Disciplina o Dominación: aquí está el primer rol, el que domina, el que va decidir cómo se va a tratar el juego y hasta dónde puede llegar con el cuerpo de su pareja y la disciplina consiste exactamente en lo contrario, en disciplinarte a las órdenes de “tu master”
- Sumisión y Sadismo: la sumisión es dejar que la otra persona tome totalmente el control de la dinámica sexual y el sadismo consiste en infringir dolor hasta el límite de tus emociones.
- Masoquismo: es la necesidad o gusto y placer por experimentar dolor.
Lo primero que debe quedarte muy claro es que el BDSM se rige por la máxima del SSC que significa sano, seguro y consensuado, esto quiere decir que no todo está permitido, hay que hablarlo en pareja, negociar juntos qué es lo que quieren y hasta dónde están dispuestos a llegar.
El segundo protocolo el cual se denomina RACSA, significa riesgo asumido y consensuado de la práctica sexual alternativa, es decir, los dos saben a lo que van, ninguno de los participantes debe estar bajo el efecto de sustancias o alcohol, deben tener claro que están asumiendo un riesgo físico y emocional.
Puedes empezar en el Bondage con algo tan simple como atar las manos o los pies de tu pareja, usar unas esposas, hay juguetes y juegos eróticos super bien diseñados con ese fin que son cordajes y no tienes que ser un maestro del Shibari (que es un arte japonés Samurái que consiste colocar nudos específicamente en los chacras de una persona para mantenerla a tope en los centros energéticos).
La dominación consiste en afectar el estado físico y emocional del otro y disciplinarlo para vencerlo entre el dolor y el placer, las dinámicas son infinitas tanto como la imaginación de quien lo practica, pero casi siempre consiste en golpear, pellizcar, pinchar el cuerpo de a otra parte y si quieres probar la sensación de ser un dominador o una dominatriz utiliza juegos de humillación (se les llama juegos de humillación pero es claro que la otra parte debe estar de acuerdo) y debes hacerle sentir que está a merced de tus deseos, la sumisión es la contraparte y es dejar que la otra persona haga lo que quiera con tu cuerpo, lo que es super importante es que ambos disfruten y sobre todo levante la fantasía, no te asustes si en algún momento esa sensación de dolor no te llega a parecer placentera, siempre debes tener claro cuáles son los límites de tu cuerpo.
El sadomasoquismo por muchos años se consideró una parafilia, antes les llamaban así a las expresiones comportamentales limitando su comprensión porque en realidad todos tenemos ciertas expresiones en diferentes líneas y en diferentes niveles que pueden ir desde la fantasía hasta lo exclusivo. En los últimos años ha habido varias películas y novelas eróticas que han ayudado a visibilizar esta práctica pero que por otro lado la han llenado de mitos y falsas creencias como que es una practica de gente perversa o abusiva.
En el caso de sadomasoquismo es una expresión comportamental a través de la cual una persona siente placer al experimentar dolor o sentirse sometido o dominar e infringir dolor, hay dos roles super importantes y es toda una subcultura.
Pueden establecer palabras de seguridad o gestos que indiquen que alguno de los dos quiere parar, lo más sencillo cuando vas a iniciarte en este mundo es que te equipes con un Kit que va darles un montón de ideas o posibilidades y que además va a ayudar a estimular la imaginación a meterse dentro de la fantasía o también juegos eróticos específicos que te darán pautas, acciones y roles a realizar.
Kit básico con el que puedes empezar BDSM
En el spanking entra todo lo que tiene que ver con azotes, puedes empezar con la mano y recuerda siempre de abajo hacía arriba, de más a menos controlando y pregunta siempre a tu pareja qué tal lo siente y ten en cuenta que la palmada que más duele es el típico que vemos en las películas con la mano completamente recta, así que la recomendación es no empezar por ahí, si se sienten cómodos y seguros con está practica se puede escalar a un látigo.
Hay infinidad de posibilidades desde columpios sexuales, maquinas de electroestimulación, accesorios de látex, ropa específicamente diseñada para el bondage, disfraces para hacer juegos de rol, si realmente con tu pareja quieres aprender BDSM deben investigar mucho, en caso de que quieran por ejemplo especializarse en un practica como en Bondage que es básicamente todo lo que tiene que ver con juegos de cuerdas deben además estudiar y en lo posible asistir a clases, estas prácticas no son sencillas y se requiere de tiempo para aprender, al fin y al cabo lo que está en juego dependiendo de qué practiquemos es nuestra salud y una cuerda mal atada o mal apretada puede cortarte la circulación.
Lo más importante es disfrutar del proceso, el BDSM es una forma más de disfrutar de la sexualidad y olvídate por completo de los prejuicios y estigmas que hay alrededor de esta práctica, abre tu mente y prueba este mundo tan lleno de posibilidades, es probar lo que va a permitirte conocerte sexualmente.
Los practicantes reales de BDSM son personas que han estudiado su comportamiento, sus fantasías y cómo deben dominar a la otra parte y cómo permiten ser dominados y esto requiere algo básico que se llama auto maestría: conocer de fondo tu respuesta sexual para poder compartirla con el otro a partir de juegos de dominación, sumisión, masoquismo y sadismo.