Todos alguna vez nos hemos hecho la pregunta de si somos o no malos en la cama, pregunta que solo podrán responder las personas con las cuales hemos interactuado sexualmente.
¿Qué responderían?
Hoy vamos a darte tres señales que te harán evaluar qué tan bueno o malo estás siendo en la cama y que te harán caer en cuenta que quizás no eres tan experimentado en las artes amatorias como pensabas, aspectos que por supuesto puedes trabajar y mejorar.
Hombres:
Primera señal:
Eres el típico que llega, quita la ropa, baja los pantis, penetra y eyacula. No haces ningún trabajo previo y piensas que solamente por llegar y penetrar, ella lo está pasando bien. Nada más alejado de la realidad, la vida real no es como le porno, recuerda que la idea es que ambos siempre la pasen bien y por eso la comunicación es muy importante.
Ligado a este comportamiento de pensar que penetrar es sinónimo de placer y que solo con esto ya está todo el trabajo hecho, está el hábito de pensar que una vez eyaculas se acaba el encuentro sexual.
En la mayoría de las veces cuando el hombre llega al orgasmo, la mujer apenas está empezando a calentar, la respuesta sexual de hombres y mujeres es muy distinta, se da en tiempos diferentes, por eso es muy importante conocer estas diferencias, identificar los puntos de placer de tu pareja, hacer un equilibrio para que ambos tengan y disfruten de relaciones sexuales satisfactorias.
Si bien cada uno es responsable de su orgasmo la faena se acaba cuando ambos logran estar satisfechos.
Mujeres:
Segunda señal:
Estás tan desconectada de tus sensaciones que cuando llega tu pareja o tu compañero sexual, te penetra o comienza con los besos, las caricias y el juego previo, tu sencillamente estás impávida, no te expresas, tu pareja no sabe si va bien o si va mal; por favor exprésate, comunícate y déjate llevar, no hay nada más agradable a la hora de tener sexo que alguien que te guía, pero sobre todo que expresa su placer.
Por el contrario, si eres la típica que ha visto porno y entonces crees que toda mujer tiene que convertirse en una actriz improvisada y aunque no estás sintiendo nada gritas y gimes, porque crees que esa es la manera de demostrar que la estas pasando bien, estás haciendo todo mal: eso se llama fingir, y estás confundiendo a tu pareja y llevándolo por el camino equivocado. Si no lo estás sintiendo ahórratelo, pero si eres “gritona” por naturaleza y sí lo estás sintiendo, entonces disfrútalo.
Tercera señal:
Dejar la responsabilidad a tu pareja de tu orgasmo
Para aquellas mujeres que no se han auto explorado y por lo tanto no están familiarizadas ni seguras de si han llegado al orgasmo, es decir no han llegado, porque una mujer que ha llegado al orgasmo sabe que ha llegado al orgasmo, si tú todavía te preguntas y tienes dudas si llegaste o no y cómo se siente entonces no lo has tenido.
Tenemos que ver el orgasmo como algo propio, depende de mí y de qué tanto me conozco y cómo se lo comunico a mi pareja y viceversa, si aun no te has explorado, date ese maravilloso tiempo a solas y verás como después de eso mejoran instintivamente tus relaciones sexuales en pareja.
También están aquellas mujeres que tienen un imaginario que la sexualidad consiste en que su pareja cargue con toda la responsabilidad del acto, llegan y esperan que él ejecute y se haga cargo de todo y no ponen de su parte en lo más mínimo, no tengan miedo de ser propositivas, de dejarse llevar por sus deseos, las relaciones sexuales son cosa dos y ambos deben esforzarse por lo que pase en su intimidad.
Pon atención a estos puntos y verás que vas a lucirte como todo un experto, recuerda que la comunicación es la clave para el éxito de toda relación sexual.