Qué diferencias hay entre dildos y vibradores

Un dildo o consolador es un objeto de forma fálica y de variados tamaños que está diseñado para introducirse en la vagina o en el ano como un sustituto del pene. El nombre consolador no es el más adecuado por las connotaciones negativas de su nombre, un juguete sexual no consuela, un juguete sexual es sinónimo de fiesta y de disfrute. Los hay de mil diseños, colores y tamaños, realistas, doble punta, extra grandes, luminosos y todos tienen algo en común: no tienen vibración. Los materiales con los que están hechos pueden ir desde metales a plásticos, pasando por látex, vidrio o silicona.

Un vibrador aloja en su interior uno o dos motores que producen vibraciones cuya única finalidad es la obtención de placer, así que su naturaleza les hace provechosos no solo para la penetración sino para la estimulación externa de zonas erógenas como el clítoris, perineo, pezones y aquí entramos en un terreno muy amplio ya que hay tantos vibradores como gustos, han adquirido muchas formas y tecnologías e incluso algunos se adaptan a determinadas zonas de la anatomía para una estimulación más específica en función sobre la respuesta sexual femenina y masculina como estimuladores prostáticos o del punto G. Al ser vibradores, para su movimiento debe traer incluida una batería o funcionar por medio de pilas.

Diferencias entre dildos y vibradores

Los dildos al no vibrar están hechos de materiales menos rígidos y por tanto siempre serán más flexibles y elásticos que los vibradores (a excepción de los que están hechos de materiales como metal o vidrio) y debido a su flexibilidad se parecen más a la naturaleza de un pene, están limitados para uso anal y vaginal, al no depender de pilas ni baterías se pueden usar en cualquier momento y lugar (una bañera por ejemplo) y se limpian con mayor facilidad, usando abundante agua tibia y jabón neutro o un limpiador de juguetes sexuales, se recomiendan por encima de los vibradores para su uso durante el embarazo. Los dildos dependen del movimiento de quien lo use para encontrar placer, por lo que se tardará más en conseguir un orgasmo que con un vibrador, no habrá cambios de potencia por mucha intensidad que se le dé manualmente.

Los vibradores necesitan siempre pilas o que su batería esté cargada para su uso, se pueden usar en pareja durante el coito y tener una estimulación simultánea con vibraciones sobre el clítoris, punto G, pene, testículos y perineo sin necesidad de usar las manos. Un vibrador puede ofrecer distintos niveles de vibración y potencia y gracias a eso mismo lleva al orgasmo con facilidad, son mucho más ergonómicos y estéticos que los dildos. Suponen una revolución en el ámbito de la masturbación femenina y masculina. La potencia que alcanzan los vibradores es perfecta para todos, especialmente para aquellos que tienen dificultades para tener orgasmos. Además, cuentan con modos en las vibraciones, que pueden ser constantes, alternos o combinados, vienen lisos y texturizados. Su limpieza se debe realizar más cuidado evitando filtraciones y humedad en su sistema eléctrico o electrónico.

Sea un dildo o un vibrador, hay que asegurarse que su material sea seguro y compatible con la piel, los materiales más seguros son la silicona de grado médico y los metales de alta calidad.

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