Cuando hablamos de placer masculino se nos viene a la cabeza el pene, pero hay placer más allá de su estimulación y los hombres pueden llegar a tener orgasmos estimulando la próstata. Sí, otro orgasmo es posible y desde hace siglos se sabe que la próstata es la responsable de que los hombres tengan orgasmos más intensos y más profundos que cuando se estimula únicamente el pene y por eso el ano era llamado la puerta sagrada, pero lo tabúes y la homofobia han hecho que muchos hombres no quieran experimentar con esta parte de su cuerpo.
El punto G masculino o punto P es la próstata y esta es una glándula con gran sensibilidad encargada de segregar el líquido seminal, hace parte de los órganos sexuales masculinos internos en la zona de la pelvis y está unida a la uretra y la vejiga, se encuentra a unos 4 o 6 centímetros al interior del ano y es eso a lo que llamamos el punto P o la zona P, tiene muchísimas terminaciones nerviosas que son las encargadas de expandir el placer por todo el cuerpo y la forma de acceder a ella es por el recto.
Todos los hombres vienen facultados para experimentar mucho placer cuando esa zona es estimulada y lo primero es cuestionarnos de dónde viene la creencia que todo tipo de estimulación que se haga por el ano obedece a prácticas homosexuales, se va a disfrutar exactamente igual siendo hombre heterosexual, bisexual, homosexual, pansexual o cualquiera que sea la identidad de género u orientación sexual, ya que para todos tiene exactamente la misma cantidad de terminales nerviosas, la misma potencialidad de sensibilidad y de disfrute desde el ano incluso el perineo hasta la próstata, una persona homosexual o bisexual no nace mágicamente con mayor capacidad para sentir placer ahí, sencillamente existe una mayor apertura a ser estimulado.
Si después de explorar decides que no te satisface, está bien, no tiene que gustarte porque todas y todos tenemos mapas de placer diferentes, pero podemos ir probando como ampliar ese repertorio de zonas a estimular.
¿Cómo encontrar el punto P?
El primer paso cuando vamos a realizar cualquier tipo de práctica sexual es relajarse y sí se está en pareja asegurarse que ambos están completamente relajados, cómodos y que en todo momento se está disfrutando.
Antes de proceder a estimularse o que te estimulen, evacua el intestino, el placer relaja mucho la zona por lo que hay que asegurarse de que esté muy limpia, recuerda que el ano no tiene lubricación natural por eso es fundamental que utilices un lubricante a base de agua y también existen otros productos como cremas que son relajantes, calmantes que pueden utilizar y van a mejorar la experiencia. Previo a cualquier penetración vial anal en cualquier anatomía lo imperativo es hacer una estimulación externa e ir dilatando la zona del ano, el ano por sí solo no se va a dilatar porque se esté excitado, hay que irlo relajando o va a ser muy doloroso, incluso se pueden romper vasos sanguíneos lo que sería muy peligroso porque queda la zona expuesta a cualquier tipo de microorganismo.
¿Cómo estimular el Punto P?
Tú mismo o tu pareja van a estimular la zona del perineo con tres dedos unidos en forma de triangulo (índice anular y corazón) donde el dedo medio va estar encima y hacer mayor presión que el resto; se colocan en el perineo, que es donde terminan los testículos y antes del ano (es una pequeña zona esponjosa) que al presionarla puede elevarse y envía sensaciones muy interesantes en todo el área, esto no la va estimular directamente pero la idea del masaje es ir despertando la próstata y va permitir medir cómo son las sensaciones, todas las anatomías son distintas y tiene que ver con la cantidad de grasa que hay en el perineo y que tan entrenado esté el suelo pélvico y qué tanto acceso haya a esta zona.
Para empezar, hay que estimular por fuera sin penetración, lo ideal es que previo a esto haya besos, caricias, sexo oral, deslizamientos de lengua en pelvis, ingles, pubis, testículos, de acuerdo con las sensaciones se puede avanzar a la zona anal, se empieza desde el coxis y por toda la línea Inter glútea, dedos perfectamente lubricados y en la zona de los músculos radiados o anal comenzamos a hacer círculos tranquila y relajadamente, todas las personas tienen ahí un montón de terminales nerviosas y se podrá probar cómo se siente al ser penetrado con los dedos, un dedo es más que suficiente para estimular la zona prostática, cúrvalo hacia el ombligo ejerciendo una especie de presión. Una falange, luego dos, hasta encontrar una bolita que es una sensación similar a tocar la punta de la nariz, va a ser mucho más fácil encontrarla si se está muy excitado porque se habrá hinchado.
Pueden darse dos procesos: en ocasiones esa estimulación provoca como tal la eyaculación acompañada de orgasmo (son dos experiencias diferentes) y hay quienes experimentan intensas oleadas de placer y de un pico se va a otro.
Actualmente se cuentan con juguetes que nos facilitan esta tarea y lo hacen de manera muy efectiva y profesional: se pueden usar plugs, dildos, vibradores y hay juguetes específicos para estimular el punto P como el estimulador prostático son curvados y hay de muchos tipos, con vibración que también se usa desde la estimulación externa dando un masaje por medio de las vibraciones que además estimulan los testículos y el pene para aumentar las sensaciones, de muchos tamaños ajustables o con efecto calor.
Todo momento es bueno para estimular la próstata siempre y cuando la persona esté muy excitada, no es algo que hacer al principio de la relación sexual, se puede llegar al orgasmo únicamente con la estimulación prostática, se puede estimular simultáneamente la próstata y el pene añadiendo masturbación o sexo oral, se pueden combinar todas las formas de estimulación.
El orgasmo que se experimenta a través del punto P será mucho mas intenso y se expandirá por todo el cuerpo, es una sensación que no se puede perder así que hay que olvidarse de los tabúes y prejuicios es una zona que merece ser descubierta, disfrutar del cuerpo e innovar en el placer.