Las relaciones interpersonales han evolucionado en la última década de una manera más que significativa, muestra de ello es lo remoto que podemos terminar haciendo cada encuentro, y en este caso, el sexo no es la excepción.
Los dispositivos tecnológicos han cambiado la forma en la que concebimos y disfrutamos nuestra sexualidad: sexting, juguetes interactivos, sexo virtual, realidad aumentada, etc.
Todo esto ha generado que alcancemos nuevos estándares de satisfacción y que los requerimientos presenciales sean aún menos necesarios.
Metaversos y expansión
Pensando un poco en la revolución de lo digital y en los metaversos que nos plantean en la actualidad grandes empresas mundiales como Facebook, Microsoft o Google, los encuentros físicos en el futuro, hablando de unos 15 a 20 años, podrían llegar a ser 100% llevados al espacio virtual.
El contacto físico estará más que sobrevalorado, sin embargo, hay muchos aspectos que explorar en esta premisa, tanto positivos como contraproducentes para la industria del bienestar sexual, tales como los limitantes de estas mismas empresas con el contenido explícito.
Es justo ahí donde la industria de la pornografía ha entrado y hondado en la Realidad Virtual (VR) y la Inteligencia Artificial (AI), dos mundos que llegaron a convivir y quedarse en el cotidiano, cada día entregando avances más relevantes que el anterior, supliendo las necesidades y ofreciendo nuevas posibilidades, que podrían llegar en cierto punto a rozar con lo ilimitado.
El gremio sexual está explorando sus propios mecanismos y es uno de los que más rápido se ha sumergido en este mundo, debido a la alta demanda de sexo digital en la actualidad.
La oferta ahora es amplia: robots sexuales, masturbadores o vibradores que se sincronizan con las páginas de pornografía, lentes de realidad aumentada y trajes sexuales que incrementan los sentidos para una experiencia más inmersiva (aún en proceso).
Plataformas y sex toys inteligentes
La página de contenido para adultos Pornhub cuenta desde hace un par de años con una categoría especial de videos ideales para disfrutar con las gafas de VR.
Sin ir muy lejos, desarrolladores de videojuegos también le han apostado a lo sexual, creando plataformas en las que puedes generar una novia hentai de acuerdo a tus gustos y necesidades para tener encuentros online personalizados.
Asimismo, la compañía de juguetes para adultos Kiiroo tiene como frente central generar en sus clientes experiencias más cercanas y sensitivas, por lo que le ha apostado a fabricar masturbadores con réplicas exactas de los genitales de reconocidas actrices de la industria porno, los cuales puedes sincronizar con sus películas para recrear un acto presencial, además de kits completos de VR con los que se puede interactuar con una alta calidad.
Por su lado, plataformas de streaming como CamSoda han desarrollado experiencias con VR en sus shows webcam, esta en particular se alió con RealDolls, compañía productora de muñecas sexuales “reales”, con el fin de entregar sexo virtual en tiempo real, una experiencia por la que se tendría que pagar entre 1.500 a 10.000 dólares.
Pioneros
Japón está a la cabeza de la digitalización sexual, en primer lugar, por ser precursor de herramientas innovadoras para el placer, y en segundo, por buscar opciones para satisfacer la alta demanda de hombres solitarios del país.
De acuerdo con estudios, 2 de cada 4 japoneses de 30 años aún es virgen, situación que ha desatado una amplia gama de posibilidades virtuales para este target.
La compañía de entretenimiento para adultos Soft on Demand ofrece, desde el 2020, cabinas especiales de porno en VR dispuestas por todo el país, las cuales son altamente visitadas por nativos y turistas, un hábito que resulta ser bastante popular.
“Cuando sueles ver porno en la televisión o la computadora, suele ser desde una perspectiva cenital, pero la Realidad Virtual hace mucho más énfasis en la experiencia. El cliente tiene la impresión de poder sentir a la chica, de que hay un contacto visual real o de que puede sentir su aliento junto a la oreja”, expresó a DW Yoshiaki Nomoto, presidente de Soft on Demand.
Añadió además que el fuerte de la VR en el porno es que abre la puerta a una forma de interacción diferente, permitiendo ir a un lugar real al que no se podía ir antes.
Acceso limitado y practicidad
Sí, la experiencia digital es todo un nuevo y magnífico mundo por explorar, sin embargo, no es para el público en general.
Los costos de artefactos tecnológicos de esta índole no suelen ser tan accesibles como creeríamos, por lo que sólo unos cuantos podrían equiparse con las herramientas necesarias, además, si la conectividad no se encuentra a la altura de la situación puede generar frustración al vivirla.
Hablando de términos prácticos, falta mucho por trabajar aún en temas de ergonomía y comodidad, debido a que las gafas creadas para la VR suelen ser pesadas, grandes, difíciles de adaptar de acuerdo a las dimensiones de cada ojo y tediosas por temas de espacios y desplazamiento.
Claro, si hablamos del futuro las modificaciones estarán a la vuelta de la esquina, pero son aspectos importantes de resaltar para poder encontrar un punto de comparación con la experiencia real.
La sensorialidad, el placer a través de los sentidos y las conexiones presenciales aún llevan la delantera para una satisfacción completa, pero es necesario entender que la evolución tecnológica llega de la mano de cambios drásticos en nuestra cotidianidad y que el futuro, hasta ahora visto desde una ventana de expectativas, podría verse inmerso en una realidad alterna que nos sumergiría en segundas vidas que podríamos crear a nuestra conveniencia.
¿Estamos a la puerta de una nueva manera de tener sexo? Sí, la sexualidad es todo un abanico de posibilidades que hay que explorar, conocer y disfrutar, sin embargo, continuaremos siendo seres de tacto, de físico, de emocionalidad que prefieren la presencialidad.